Talking Heads ‘vuelve’ a ser banda

TORONTO.- Puede que un día estés en una sala de cine viendo “Stop Making Sense” y los miembros de Talking Heads estén bailando entre el público.

Eso fue lo que pasó en una función de la nueva restauración en 4K de “Stop Making Sense” que se estrenó recientemente en el Festival Internacional de Cine de Toronto. En la pantalla aparecía un joven y elástico David Byrne. En el cine, él también estaba moviéndose, junto con una multitud que no podía quedarse sentada al escuchar “Burning Down the House”.

Por un momento pensé: ‘¿Está bien que me levante y baile en nuestra propia película?’”, dijo Byrne, riendo, a la mañana siguiente. “¿Cómo no?”

Durante casi cuatro décadas, “Stop Making Sense”, dirigida por Jonathan Demme, ha ejercido una atracción inexorable sobre todos los que se enfrentan a su fiebre frenética, la cual la convierte, quizá, en la mejor película de concierto jamás realizada. Su poder para unir (inicia con Byrne solo en un escenario vacío y se convierte en un espectáculo de arte-funk) es tal, que incluso logró reunir a los Talking Heads.

Por primera vez en 21 años, vuelven a ser una banda, aunque sólo sea en las salas de cine. Byrne, el principal compositor y cantante de la agrupación neoyorkina, el tecladista y guitarrista Jerry Harrison, la bajista Tina Weymouth y el baterista Chris Frantz, quienes se reunieron por última vez en 2002 para su incorporación al Salón de la Fama del Rock & Roll, estuvieron unidos una vez más para la reedición de “Stop Making Sense”.

Se siente normal”, dice Weymouth. “Quiero decir, esta es nuestra gira. Estamos de gira por esta película”.

Desde que se separaron oficialmente en 1991, los cuatro miembros de Talking Heads se han peleado a menudo y amargamente. Byrne ha dicho que lamenta su papel en la “fea” disolución de la banda. Frantz, que está casado con Weymouth, publicó un libro de memorias en 2020 que describía algunas de las discordias y sus dolores persistentes. Cuando Byrne montó el aclamado espectáculo de Broadway “American Utopia” hace unos años, el cual incluye muchas canciones de Talking Heads, a Frantz le molestó que ni siquiera lo invitara.

Sin embargo, cuando el grupo se reunió la mañana después del estreno de la nueva versión de “Stop Making Sense” para una entrevista, se mostraron cordiales entre sí. Ahora todos tienen poco más de 70 años. “¿Cómo vas Jerry?”, saludó Frantz. Byrne miró por la ventana, contemplando una posible ruta ciclista para la tarde. Él y Harrison se sentaron en un sofá, Weymouth y Frantz en otro.

Tenían buen ánimo. La película permanece vigente, un potente recordatorio del poder atemporal de los Talking Heads. Harrison ayudó a supervisar la restauración de los negativos originales perdidos hace mucho tiempo. Ahora estrena en pantallas IMAX de Estados Unidos el viernes y en otros cines el 29 de septiembre.

Una de las cosas que me pasó al volver a verlo y trabajar en él fue darme cuenta: ‘Dios mío, todos son buenos’”, dice Harrison.

No sabía que era linda”, sonrió Weymouth, quien salta ágilmente de un pie al otro a lo largo de la película. “Toda la banda era tan atractiva, tan hermosa”.

“Stop Making Sense”, filmada durante cuatro noches en el Teatro Pantages de Los Ángeles en 1983, no ha decaído con el tiempo. “Igual que siempre”, se podría decir. Lo que comienza con un Byrne solitario, con una guitarra acústica y una gran grabadora, va creciendo a medida que se unen los miembros de la banda y otros, como el tecladista de Parliament-Funkadelic, Bernie Worrell, y el guitarrista Alex Weir. Este músico nervioso y con los ojos muy abiertos que canta sobre asesinos psicópatas con un ritmo sincopado atrae a una legión. Sus movimientos son maleables y constantes. La música se vuelve eufórica. Esto ES una fiesta. Esto ES una discoteca.

Es la alegría desenfrenada de las actuaciones en vivo, lo que aumenta como una bola de nieve”, dice Frantz. “Empieza con ‘Psycho Killer’, que es algo en sí mismo. Pero se convierte en una bola de nieve en esta experiencia extática. Puedes verlo muy claramente con los miembros de la banda. Tienen más y más fiebre”.

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