Muere el diseñador Pierre Cardin

PARÍS.- El diseñador Pierre Cardin, pionero del prêt-à-porter nacido en Italia pero instalado en París desde 1945, falleció este martes a los 98 años, según anunció su familia a los medios franceses.

El estilista murió en el hospital estadounidense de Neuilly, a las afueras de la capital francesa.

Cardin participó con André Courrèges y Paco Rabanne en la renovación de la alta costura francesa en el periodo de posguerra y encadenó a lo largo de su trayectoria las creaciones futuristas.

Irrumpió en el olimpo de la moda parisina en los años 50 para levantar un emporio del lujo que le llevó a asimilar alta costura al universo academicista de las bellas artes.

He tenido la suerte de hacer lo que he querido sin haber necesitado banqueros o autoridad. He sido un hombre libre desde los 20 años», decía de sí mismo el modisto.

Cardin nació en 1922 en la localidad italiana de Sant’Andrea di Barbarana, en el seno de una familia de agricultores que emigró a Francia huyendo del fascismo, y llegó a convertirse en uno de los «franceses» más influyentes del mundo en los años 80.

IMPULSOR DEL PRêT-À-PORTER

Mi gran rasgo de genialidad fue el prêt-à-porter cuando no había más que alta costura, que siempre hace perder dinero. Me dijeron que no duraría dos años, pero creí en mi idea.

Me han criticado y me han imitado», recordó el también propietario del célebre restaurante parisino Maxim’s, siempre orgulloso de presentarse como un hombre hecho a sí mismo.

Todavía con 90 años, y en perfecta forma mental, presumía de poseer una veintena de perfumes, editoriales, teatros, un hotel, decoración, labiales, bolígrafos, gafas, restaurantes, edificios.

Además, claro, de un solo arrepentimiento: no haberse percatado del tirón de los pantalones vaqueros, las zapatillas deportivas y los relojes fantasiosos.

Para recuperar los primeros pasos del modisto franco-italiano hay que trasladarse al París liberado tras la Segunda Guerra Mundial, donde llegó con 23 años con el sueño de convertirse en actor o bailarín, pero se decantó por las agujas y trabajó para costureros como Jeanne Paquin y Elsa Schiaparelli.

Gracias a la atención que le dedicaba al corte y a la forma de sus creaciones, pronto destacó como una de las promesas con más talento y entró en el estudio de Christian Dior, cuando esa casa de moda relanzó la imagen de París como templo mundial de la moda a través del New Look, alrededor de 1947.

En los 50 se distinguió como uno de los modistos más jóvenes de Francia e intentó fichar por Balenciaga, pero fue rechazado y montó su propia firma de alta costura. Con ella desarrolló el concepto de prêt-à-porter: la moda ya no eran solo creaciones a medida, sino la democratización industrial de tallas estándar.

Su descaro no sentó bien y fue expulsado del círculo de la alta costura, aunque después fue readmitido.

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