Se registra la mayor ‘lluvia de estrellas’ del año

LOS DOS LAREDOS.- La madrugada de este 4 de enero se registró la lluvia de meteoros de las Cuadrántidas que pudo verse en todo el mundo. En los dos Laredos, la luz de la ciudad dificultó observarlas, pero algunos amboslaredenses si alcanzaron a disfrutar de unas pocas.

El fenómeno podrá verse en todo el mundo, pero cuanto más al norte, mejor. Los dos Laredos se ubican en una buena posición, pero no privilegiada.

El pico de la actividad ocurrió las 4:40 de la mañana, y la mayoría de los meteoros surgieron desde la constelación del Boyero (cercana a la Osa Mayor).

El mejor momento de observación ocurrió justo antes del amanecer, cuando la luna casi llena ya se había puesto y su luz no obstaculizó la vista de los meteoros más débiles.

Astrónomos de todo el mundo aclararon que en el máximo pico, se pudo observar un meteoro cada cuatro minutos, algunos de ellos muy brillantes, aunque eso sólo en lugar con mínima contaminación de luz y cielo despejado.

FRUTO DE UN ASTEROIDE

Normalmente, las lluvias de estrellas reciben su nombre por su radiante (Perseidas por la constelación de Perseo, Gemínidas en Géminis…). Sin embargo, las Cuadrántidas se nombran así por la desaparecida constelación Quadrans Muralis, señalada por el astrónomo Joseph Lalande en 1795, y que, aunque ya no es reconocida por los científicos, continúa dando nombre a esta lluvia de meteoros. Junto a las Gemínidas y las Perseidas, las Cuadrántidas forman parte del grupo de las lluvias de meteoros más intensas del año. Su actividad suele rozar los 100 meteoros por hora, cifra que se mantiene inalterada año tras año.

Las llamadas “estrellas fugaces” son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños procedentes de los cometas. Estos cuerpos celestes están formados por rocas y hielo, así que cuando en su trayectoria se aproximan al calor de una estrella, parte de su hielo se derrite y la corriente de partículas resultante (meteoroides), del tamaño de un grano de arena, se queda flotando durante años en el espacio. En su movimiento de traslación, la Tierra se encuentra con estas nubes de polvo y las partículas entran a gran velocidad en la atmósfera terrestre y se desintegran, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros y, popularmente, de estrellas fugaces.

Esto es así en la mayoría de lluvias de meteoros, pero no para las Cuadrántidas y las Gemínidas, pues no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de “escombros”. Los progenitores de estos fenómenos son asteroides, cuerpos celestes rocosos, más pequeños que un planeta y mayores que un meteoroide: 3200 Phaeton en el caso de las Gemínidas y 2003 EH para las Cuadrántidas.

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